EN EL PERÚ Y DESDE EL PERÚ
Años 1976 -1978 en Lima
El 29 de agosto de 1975, el General de División EP Francisco Morales Bermúdez Cerruti, lideró un golpe de estado y derrocó al Presidente Velasco (siendo su Presidente del Consejo de Ministros) en la ciudad de Tacna, hecho que se denominó el "Tacnazo".
Morales Bermúdez Gobernó 5 años con el
Almirante de la Marina de Guerra Jorge Parodi Galiani, y el Teniente General de
la FAP, Jorge Tamayo de la Flor. En ese período de Gobierno viajaron los tres a
Roma y visitaron la tumba de San Josemaría Escrivá, en la Iglesia Prelaticia,
para pedirle por el Perú.
El encargo de San Josemaría
“En el Perú y desde el Perú” era un
encargo que nos dejó san Josemaría a los peruanos haciéndonos ver que ahora nos
tocaba realizar una nueva evangelización, llevando la Palabra de Dios y el
testimonio de una vida cristiana de santidad, por todos los rincones del Perú y
luego poder salir a otros países, llevando a Dios con nuestras propias vidas.
Después del salto al Cielo de San
Josemaría el año 1975 Don Álvaro del Portillo nos motivaba a crecer en el amor
a Dios, dando un salto en la calidad de nuestra vida interior, para poder conocer
y difundir la vida santa de San Josemaría Escrivá por todas partes, porque
sería un bien grande para toda la Iglesia y por lo tanto para muchísimas almas.
Las Hojas informativas
de San Josemaría
A mi me encargaron sacar adelante la
oficina de vicepostulación del Opus Dei en Lima que funcionaba en Tradiciones
para ir poniendo las bases y luego poder iniciar el proceso de canonización de
San Josemaría, que tendría que pasar por diversas etapas.
En la oficina nos encargábamos de
imprimir las hojas informativas y las estampas con la oración votiva. Hicimos
un enorme fichero de suscriptores y enviábamos la Hoja por correo. En poco
tiempo teníamos suscriptores en todo el territorio nacional.
Las películas de las
tertulias de San Josemaría
Empezaron a llegar a Lima los rollos de
16 mm de las tertulias filmadas de San Josemaría en las catequesis de España y
América.
Me encargaron del cuidado de los rollos
y de hacer un guion de cada tertulia filmada para que pudieran solicitarlas
conociendo el contenido de lo que se iba a ver.
Con el tiempo, se empezaron a organizar
proyecciones mensuales de esas tertulias para todo tipo de personas. Esta
experiencia fue maravillosa. La devoción de San Josemaría se extendió a lo
largo y ancho de todo el país.
A la oficina llegaban cartas pidiendo
Hojas informativas y estampas, también escritos contando algún favor o milagro
que San Josemaría les había conseguido.
Capellán del Colegio
Markham
En abril de 1976, me encargan enseñar
religión en el Colegio Markham de Lima. El director peruano era Amadeo Gadea,
con quien traté bastante y con algunos profesores, como José Vega, Hugo
Berninson, entre otros.
Hice una excelente amistad con Julio
César Espinoza que perdura hasta la fecha. Nos vemos con relativa frecuencia en
reuniones familiares y en algunos eventos educativos tanto en Lima como en
Chiclayo.
En el Markhan, tuve como alumnos a Jaime
Bayly, Diego Bertie, Alfredo Tomassini Aita, que murió en el accidente aéreo de
Ventanilla, cuando era jugador del Alianza Lima. Hice amistad con Carlos Espá,
que también perdura hasta la fecha.
Un paseo al Callejón de
Huaylas
Yo vivía en el Centro Cultural
Tradiciones donde se desarrollaban actividades para chicos de colegio y de
universidad.
En 1976 hicimos, con los chicos de Tradiciones, un paseo al Callejón de Huaylas en
el departamento de Ancash. Salimos en una camioneta Volkswagen, que
llamábamos “pan de molde” porque ese modelo se parecía a un pan alargado que se
vendía en todas las panaderías con ese nombre.
Llegamos a Huaraz al atardecer, pero teníamos
que seguir hasta Yungay donde el P. Elmer Norabuena, un amigo nuestro, nos había conseguido un alojamiento. Pero en
Huaraz nos informaron que unos subversivos habían cortado la carretera que
llegaba hasta Yungay.
Me preocupé mucho porque ya estaba entrando la
noche, hacía mucho frío, la camioneta estaba llena de chicos, y no tendríamos
dónde dormir. Me fui al Obispado para tratar de conectarme con el P. Elmer a
través de la radio, pero fue inútil.
Le rezábamos a San Josemaría con la estampa de
la devoción privada para que venga una solución. Al rato llega un sacerdote
italiano y nos pregunta quiénes éramos. Enseguida le contamos nuestro percance.
Él nos contó que tenía un alojamiento en un pueblo que se llama Jangas. Nos dio
la dirección y el nombre de la persona que nos iba a recibir de su parte, que
nos entregaría las llaves. Le agradecimos mucho. Estábamos muy contentos porque
San Josemaría había solucionado nuestro problema.
Lo grandioso fue cuando llegamos al pueblo, ya de noche, al recibir las llaves del
alojamiento, en el llavero estaba la fotografía de San Josemaría. Nos pareció
increíble que, en ese pueblito de la sierra, metido entre los cerros y sin comunicación, estuviera la foto del
Santo de lo Ordinario, y que nosotros, que
le habíamos rezado buscando una solución, recibiéramos ese llavero con su
foto.
Las bases para una
posible expansión
En Tradiciones con Jorge Gandolfo, Oscar
Sebastiani, Henrry Bullard y otros más, organizamos varios mini clubs en los
distintos distritos de Lima para conocer chicos y conectarlos con Tradiciones.
Le llamamos: Las bases.
Le pedíamos a una familia amiga que nos
prestara su casa un par de horas por la tarde para tener alguna charla o
meditación con los chicos de esos lugares, tomar un lonche y acabar. Estuvimos
en Barranco, en Jesús María, el Pueblo
libre y en Chama. Como éramos muy pocos y no teníamos tiempo esta
iniciativa no prospero. Algunos chicos de las bases pasaron a Tradiciones.
El gran concurso
cultural
En esos años, como yo era exalumno del
colegio SSCC Recoleta, los padres del colegio me facilitaron unas listas con
las direcciones de los chicos de los últimos años de media. Así pudimos
conectar a Luis Felipe Arizmendi, a su hermano Emilio y a Pancho Pulgar Vidal.
Ellos a su vez llevaron a otros chicos del colegio por Tradiciones.
Con Henry Bullard organizamos el Primer
Concurso Cultural inter escolar. Imprimimos un folleto y nos paseamos por los
colegios buscando que participaran del concurso. Este concurso que empezó el
año 76, se tuvo todos los años sucesivos y era una de las principales
actividades que teníamos en la labor con chicos. Se conectó mucha gente de
diversos colegios.
Si bien recuerdo participaron los siguientes
colegios de Lima: Recoleta, Santa María,
Maristas San Isidro, Santa Margarita, La Salle, Humboldt, María Reina,
Pestalozzi, Markham, Champagnat,
entre otros.
A inicios de 1977, el club Saeta que
estaba frente a Tradiciones en la misma Av. del Bosque de San Isidro, se
traslada a la calle El Rosario, en el mismo distrito, a una casa bastante
grande, frente al colegio Santa Úrsula.
El local de la Av. del Bosque 386, donde
estaba la casa cubierta por una enredadera, quedó para la labor de escolares
del Centro Cultural Tradiciones y a los pocos meses se convirtió en un nuevo
Centro que se llamó “Olivares” por su proximidad al bosque de los olivos de San
Isidro. Allí empezó una interesante e inolvidable labor con chicos de colegio
de todo Lima. (P. Manuel Tamayo).